sábado, 24 de septiembre de 2011

¿A quién le importa?

Todos conocemos mejor o peor está canción/himno a la libertad que Alaska popularizó en los años 80. Todos la hemos sentido como propia en algún momento de nuestras vidas y la hemos cantado a voz en cuello. Yo hoy se la quiero dedicar a una mujer de 85 años: la Duquesa de Alba.
Si bien siempre ha sido protagonista del papel cuché por cuna, ella nunca ha especulado con su vida; primeramente, porque obviamente no lo necesita, y después porque no le puede importar menos lo que los demás opinen de ella. ¡Chapó, señora grande de España! Se ha mezclado con la farándula, con hombres de dudosa reputación, con ricos y con menos ricos. Ha hecho y deshecho como ella ha querido, y a pesar de todo a conseguido que todo el mundo la respete. ¿Por qué? Porque ella siempre hace y dice lo que quiere.
Así que no entiendo por qué tanto revuelo cuando esta mujer de 80 y tantos decide casarse con un hombre más joven que ella. Que si sólo está con ella por su dinero, que sólo busca un título nobiliario, etc etc. Y, ¿qué hace ella? Reirse y reirse y reirse; reirse incluso de su familia. ¿Sería acaso más lícito o más adecuado si se buscase un señor de su edad?
Dicen los que la conocen que ha recuperado la sonrisa y que ha salido de la silla de ruedas; que se pone toda guapa, y que tiene un compañero con el que conversa horas y horas.
Y en el ojo de este huracán sus pequeños cuervitos, que por muy poco no la declaran incapacitada para quedarse con el dinero, las propiedades, los títulos y meterla en un asilo para acabar sus días. Pero ella, que es más lista que ninguna, reparte su herencia en vida para que estén todos calladitos, arremete contra nueras e hijos, y reduce a la mínima expresión los invitados a su boda.
Y a mí ne parece genial. ¿Por qué no va a querer darle una vida buena al hombre que la acompaña a ver mundo, al que le da conversación durante horas, al que la llama guapa, y al que la hace sentirse 20 años más joven? ¿Por qué es tan reprobable? ¿Qué hay de malo en todo ello? ¿Acaso no es este hombre el que la tratatrá como una mujer y no como una anciana los últimos días de su vida? ¿No hay un quid pro quo? Y aunque no lo hubiese, ¿a quién le importa?
Yo también quiero ser así ahora y con 80. Quiero poder hacer lo que yo quiera y porque yo quiera sin tener ojos reprobadores que digan "te estás equivocando". Y es que al fin y al cabo, ¿a quién le importa lo que yo haga? ¿A quién le importa lo que yo diga?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los puntos sobre las ies

Vaya por delante que no soy corporativista. Vaya por delante que, para mí, el sistema de gremios murió hace siglos. Vaya por delante que no defiendo a quién no se puede ni debe defenderse. Pero también vaya por delante que soy profesora convencida y con una vocación que crece por momentos.
Me enorgullezco de pertenecer a una familia en el que muchas de las mujeres hemos elegido libremente dedicarnos a esta profesión. Cada una de nosotras en sus especialidades, profesamos, primero de todo, un profundo respeto por la labor que ejercemos, y somos especialmente conscientes de lo que significa. Llevamos toda una vida dedicadas en cuerpo y alma a enseñar, formar y educar. Yo soy la más joven de todas, y sin embargo, ya cuento en mi haber con casi 20 años de experiencia. Así que como ustedes comprenderán, no puedo sino salir al quite de los muchos comentarios insultantes, irrespetuosos, mezquinos y demagógicos que se están vertiendo en las últimas semanas sobre dicha profesión y los que la ejercemos.
Decir que los profesores somos unos vagos es tan falso, carente de argumentación y manido como decir que todas las peluqueras son unas chonis cotillas, o que los taxistas son unos fachas que escuchan la Cope, o que los albañiles son unos salidos y los camioneros unos puteros. Señores, estamos en democracia y opinar es gratis, pero muchas veces deberíamos informarnos antes de abrir la boca y caer en prejuicios tan absurdos como estos. Porque lo cierto es que nos ofende a todos cuando Angela Merkell dice que los españoles "trabajamos poco y tenemos muchas vacaciones", cosa que por otra parte es una creencia muy extendida en toda Europa. Pero nosotros no predicamos con el ejemplo, porque que lo diga una extranjera No, que ella no sabe de lo que habla, pero nosotros mismos dentro de nuestro pais podemos tirar piedras contra nuestro propio tejado.
He visto la desinformación de la gente sobre nuestro trabajo, pero lo que más me aterra es el poco interés que en realidad muestran por conocer la realidad y el día a día de nuestro oficio. Esta gente, padres o futuros padres, mandarán a sus hijos al colegio habiéndoles enseñado eso mismo tolerancia y respeto 0 por los profesores "que son una panda de vagos". Vagos, señores y señoras, los hay en todas las profesiones. Gente que ejerce su trabajo con nula profesionalidad no es exclusiva del cuerpo de docentes. ¿O acaso no hay peluqueras que te cortan 3 veces más de lo que les pides, camareros que tardan más de 10 minutos en atenderte y no te dedican ni un buenos días, médicos que cometen imprudencias, camioneros que beben en su turno de trabajo,etc etc etc?
Que nuestro sistema educativo tiene carencias graves es un hecho. Eso no lo niega nadie. Pero, ¿no sería más sabio invertir en mejorarla en vez de recortar? Lo que hace a un estado de derecho un estado del bienestar son la educación, la sanidad y las mejoras sociales. ¿Por qué nos empeñamos en buscar culpables en vez de soluciones?
Hace unos meses leía orgullosa como se estaba estudiando una propuesta con la que se pensaba endurecer el sistema de selección del profesorado, y aunque los matices a las propuestas hechas son grandes y era un proyecto obviamente sin pulir, para mí, la esencia del proyecto era la correcta. Soy la primera que siempre ha apoyado que un docente, un profesor, no es meramente una persona con unas capacidades intelectuales y memorísticas, sino que es una persona que ha de demostrar, y no sólo una vez a lo largo de toda su trayectoria profesional, su habilidad pedagógica y docente. Y es que un profesor es mucho más que eso. Un profesor es docente, psicólogo, orientador, tutor, guía; no es una persona que tiene unos datos que les pasa a sus alumnos, porque si el trabajo se redujese a ello, los profesores no seríamos necesarios, ya que estaría todo en los libros. Estamos obligados moralmente a hacer mucho más. Formamos personas, formamos a nuestro futuro, a quién pagará nuestras pensiones, a quienes serán la base de nuestra sociedad futura. Enseñamos valores destrás de nuestras asignaturas, y en ocasiones nuestros alumnos reciben de nosotros el apoyo y comprensión que no tienen en sus casas. Porque creo todo esto, repudio a los docentes de enseñanza primaria, secundaria, pública, privada o concertada, que no cumplen con estos valores de la profesión tan digna que algunos intentamos defender con uñas y dientes. Muchos de nosotros, y no sólo un 10%, nos vanagloriamos de que los logros de nuestros alumnos son nuestra mejor recompensa, de que una risa suya, de que cuenten con nuestra opinión, es la prueba de que algo habremos hecho bien, y de que nos podemos ir a casa con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Y por último yo me pregunto, si es un trabajo tan fácil, con tantos beneficios, todo ventajas, ¿cómo es que toda esta gente que opina esto no se ha matado a preparar unas oposiciones a la enseñanza para poder vivir del cuento el resto de su vida?

domingo, 7 de agosto de 2011

Autoabastecimiento

¿Ya conocemos las últimas noticias? Bien, por si hay algún despistado, os informo de que estamos entrando en una segunda recesión. Cuando pensábamos que todo iba a mejorar, cuando creíamos que ya habíamos tocado fondo, el ancla que llevamos al cuello se hunde un poco más. Y es que lo cierto es que parece que estamos en un agujero negro, un pozo sin fondo del que no sabemos si en algún momento podremos salir.
No sé vosotros, pero personalmente me desanima bastante la imagen de los políticos nacionales y extranjeros. Me recuerda un poco a un viaje transoceánico que hice una vez y en el que nos estalló un motor en vuelo. Viajaba en un boing de 4 motores así que aparentemente no es tan malo; pero mi cara cambió cuando vi que a las azafatas mientras ofrecían agua, les temblaba el pulso. Lo que quiero decir es, yo no soy analista económica y me cuesta seguir todas esas nociones y conceptos, a pesar de que por mi condición de autónoma esté hoy por hoy mucho más familiarizada, pero sí ves a las personas que dirigen tu país, o a los dirigentes que se ocupan de la economía europea o la mundial con cara de pocos amigos, te entra el pánico, ¿no? Bueno, a mí en realidad me ha llegado con ver la cara de mi padre, empleado de banca, para saber que algo está cambiando para mal.
¿Qué hacer ante la que se avecina? ¿Cómo encajar el golpe? ¿Cómo aguantar el envite?
A esta situación económica hay que sumarle, y perdonen que en esta entrada me apropie del término, la indignación popular. Una indignación que parece ser de lo más contagiosa, y que se ha expandido ya no sólo por Europa sino por el resto del mundo como si se tratase de una bomba racimo. Sin embargo, y salvando las diferencias, no debemos olvidar que ya hemos visto una oleada similar en el mundo árabe, y que mejor o peor ha provocado grandes cambios. Así que realmente estamos viviendo un momento histórico. Una etapa que nuestros nietos verán plasmada en  los libros de texto (si es que para entonces siguen existiendo), como el movimiento obrero y el crack del 29, sólo que ellos lo leerán como el movimiento 15M y la recesión del 2008.
Y cuándo ellos estén estudiando eso, ¿cómo habrá evolucionado el mundo? ¿Hasta dónde habrá llegado nuestra indignación?
Hace unos meses llegué a una conclusión a la que mi madre llegó meses antes: hay que dejar atrás el modelo económico capitalista y retomar el autoabastecimiento. Es posible que la solución a nuestra indignación pase por la vuelta al campo...Y no se confundan, porque yo no es que sea una gran fan. Siempre me ha gustado la idea del campo como algo bucólico, el ideal de la vida tranquila; pero ciertamente hoy lo veo como una posible solución a nuestros problemas y a nuestra indignación. Obviamente, el modelo capitalista no se va a desechar tan fácilmente, pues por mucho que nos vayamos al campo siempre hay que comprar semillas, fertilizantes y otras cosas a las que nos hemos acostumbrado y sin las cuales ya no podríamos vivir. Pero sí es cierto que podríamos volver a un cierto trueque en las comunidades, del tipo yo horneo pan y tú me das leche.
Lo sé, es una idea muy hippie hasta para mí, pero tal vez, y sólo tal vez, si hacemos que nuestra economía familiar dependa más de nosotros y no de los dirigentes mundiales con sueldos astronómicos y coches que si los vendiesen podrían alimentar a 1000 familias de Somalia, nosotros recuperaríamos un poco el control y les ganaríamos el pulso a los politicuchos que han jugado con nuestra economía y nuestro futuro.

viernes, 22 de abril de 2011

El opio para el pueblo

En la últimas semanas hemos presenciado el fenómeno de masas que es el fútbol. Dos Barsa-Madrid y los que quedan por venir, se han convertido en los programas más vistos en la televisión, lo más comentado en la prensa y en las redes sociales. Yo misma he seguido los acontecimientos como una más. No me fue la vida en ello, pero lo veo. No soy una fan del fútbol, pero sí que tengo mis simpatías futboleras. Y es que un Barsa- Madrid se convierte siempre en algo más que un simple evento deportivo. No se trata simplemente de quién juega mejor al fútbol, cosa que para mí, por otra parte, es indudable. Y es que a pesar de que no soy una persona especialmente deportista, aquí se enfrantan dos formas de ver un deporte. Pero hoy no voy a entrar en ese análisis.
Lo que me fascina es que ver un partido de fútbol que tan sólo dura 90 minutos, pueda estar reñido con la cultura. O mejor dicho, que haya gente que crea eso.
Al dia siguiente del último Barsa -Madrid de lo único que se hablaba era de Sergio Ramos y su desliz. Vale. La verdad es que esa historia da para muchos chistes.... Pero además, en el Telediario, vi un reportaje en el que enfrentaban al partido con la cultura. Cines vacíos, museos desiertos, y los musicales, teatros y clubes de la comedia intentando hacer alguna referencia al evento deportivo de la jornada para mantener al público ahí. ¿Es cierto que el fútbol tiene que estar reñido con la cultura?
No me malinterpreten. Reitero una vez más que no soy futbolera.
Veamos. El fútbol está al alcance de todos, y viendo un partido es fácil entender porque genera esa pasión. En una época de represión y de censura, el fútbol repesentaba en unos casos el orgullo patrio (concepto que no comparto, pero comprensible en otros momentos) de los emigrados, y en otros casos la lucha de los oprimidos contra los opresores. Con el fútbol se liberaban tensiones y adrenalina que no se podrían expresar de otra manera sin enfrentarse a la represión o a la cárcel. Los equipos de fútbol representaban no sólo unos colores, si no también unos ideales. El Real Madrid era el equipo del Régimen, el Barsa era la resistencia catalana, el Athletic de Bilbao los independentistas vascos, así que una victoria representaba mucho más que eso. El pueblo podía ir al campo y sacar todos esos sentimientos reprimidos, aunque sólo fuesen por 90 minutos. Y eso es algo que puede entender todo el mundo.
En aquella época, como en casi todas, la cultura esta reservada para unos pocos. En una época de oscuridad, en la que no se pueden compartir libremente las ideas, el ingenio de los artistas para expresarse sin ser absolutamente evidentes sobre sus sentimientos e ideales era enorme, pero no al alcance de todos.
El fútbol era el opio para el pueblo porque les servía de desahogo durante 90 minutos y luego podían volver a sus tristes vidas reprimidas, sin tener que pensar demasiado en ello, tan sólo esperando a que llegase la próxima jornada futbolera.
Hoy, las cosas han cambiado. Hoy vivimos en un estado democrático en el que puedes decir lo que quieras y dónde quieras, al menos aparentemente, pero el fútbol sigue siendo el opio para el pueblo. Y hay muchas cosas que, perdonen mi lenguaje, me cabrean del mundo del fútbol, como la indecente cantidad de dinero que mueve, pero a pesar de ello, no me pierdo un Barsa-Madrid. Y es que al fin y al cabo, los seres humanos somos animales, somos completamente viscerales, y a veces buscamos una manera de sacar sentimientos como la rabia, el odio, la ira,... y nos dejamos llevar por la adrenalina. Pero la cultura no está reñida con esto.
La cultura, lo que ustedes quieran entender por cultura, nos provoca otro tipo de reacciones. Son más cognitivas. Nos emocionan. Tocan nuestro corazón y activan nuestro cerebro, pero nuestras visceras se quedan impertérritas.
Quizás me he vuelto una persona de grises, más que de blancos o negros. Quizás busco más el equilibro en todas las partes de mi ser en vez de intentar desterrar algunas de ellas. No me avergüenzo del total que hago. Hay grandes intelectuales de este país y de muchos otros que son grandes futboleros, y por eso no dejan de ser menos intelectuales. El señor Eduardo Mendoza, uno de los mejores escritores de este país, es una gran seguidor del Barsa. Serrat es un conocido culé también. ¿Son menos artistas ellos porque les guste el fútbol?
Señores y señoras, no creo que el problema de la cultura en este país sea culpa del "deporte rey". No creo que sean incompatibles. El problema de la cultura en este país es mucho más profundo que un simple partido de fútbol...

jueves, 3 de marzo de 2011

Periodismo hipócrita

A lo mejor últimamente tengo tendencia a fijarme en el mismo tipo de noticias, o a lo mejor el periodismo riguroso está cayendo en picado.
Es, en mi opinión, una de las mejores teorías de Noam Chomsky la que especula sobre lo manipulados que estamos todos por los medios de comunicación. No creo, sin embargo, que sea una especulación, sino que es una gran verdad que tiene vigencia desde principios del siglo XX. Mussolini y Hitler lo sabían. El que controle los medios de comunicación controlará a las masas y obtendrá el poder que ellas otorgan. Y si no que se lo digan a Berlusconi o a Belén Esteban sin ir más lejos.
Y yo me pregunto, ¿hasta qué punto no estamos completamente manipulados por ellos? ¿Cómo podemos aceptar su credibilidad, su fiabilidad?
De sobra es sabido por todos que los medios, en todas partes del mundo, inclinan su balanza hacia un partido o el otro. Todos hacen política. Sin excepción. ¿Dónde está la información rigurosa?
Ahora bien, a la luz de otras noticias de prensa amarilla que han salido a la luz últimamente me planteo dónde está el límite entre informar rigurosa y objetivamente, y especular con la verdad. Nos venden la más asquerosa verdad cómo aquello que necesitamos saber, y no importa qué medios utilicen para sacarla a la luz. Ni el cómo ni el por qué. Sólo importa que es la verdad. Por tanto, ¿dónde están los límites éticos del periodismo?
Para muestra de todo esto tenemos el caso de AR presionando a una deficiente mental, que evidentemente no es capaz de discernir por sí misma los límites entre lo que está bien y lo que está mal, para conseguir una confesión que ni la policía ni los abogados habían sido capaces de conseguir. AR y su programa se aprovechan constantemente de la ignorancia ajena, y traspasan constantemente los límites de lo ético. Y todos miramos para otro lado.
Hoy mismo he leido que la ABC censuró un beso en los labios entre Javier Bardem y Josh Brolin. ???? No entiendo como una cosa tan nímia puede tener la importancia suficiente como para aplicar una censura.... Ni la MTV censuró a Madonna con Britney y Cristina Aguilera. En fin...
Y por supuesto no me puedo olvidar del escándalo de la semana: John Galliano. He visto el video publicado por The Sun, y estaba muy borracho. No es excusa, para decir lo que dijo. Y sí, igual que dijo Natalie Portman me dan asco sus declaraciones. Pero pongamos las cosas claras. Son sus opiniones. Y está claro que las dos listas que lo filamron y lo denunciaron no lo hubiesen hecho si él no fuese John Galliano, y fuese cualquier don nadie borracho en un bar. Está claro que John Galliano no hubiese sido despedido si el director de Dios no fuese judío porque, una vez más, pongamos las cosas claras: la última colección de Galliano para Dior es espectacular.
¿Hasta qué punto es lícito juzgar a un artista por sus opiniones y no por sus creaciones?
En mi opinión, un personaje público debe ser consciente de que es eso, un personaje público, y ser capaz de mantener la boca cerrada en materias que no le competen, y reservar sus opiniones al calor del hogar. Pero tiene derecho como todo el mundo a tener sus propias opiniones y a que no se juzgue su trabajo por ello. ¿O no?
¿No ha aprovechado la prensa amarilla para utilizar toda esta carnaza y tirar más del hilo? ¿Cuánto tardaremos en ver a estás dos listas vendiendo una entrevista a un periódico o a una televisión?
Por lo de pronto han vendido el video a The Sun, y seguro que han sacado una buena tajada.
Personalmente creo que estas dos oportunistas están más ofendidas porque Galliano las llamase feas que por los insultos antisemitas, y que esta es su venganza personal.
Y nosotros, paladines de causas justas y de lo politicamente correcto hemos entrado de lleno en el juego.

La polémica está servida....

jueves, 27 de enero de 2011

Error catódico

A pesar de vivir en una época en la que predomina la tecnología, resulta que en mi vida la tecnología falla por todos lados. Y ahora mismo por circunstancias de la vida tampoco le puedo poner mucho remedio, así que me he encontrado en una casa temporal, con unos canales de TV temporales también a los que me he ido acostumbrando. Fallo mío. Debería abrir un libro...

El caso es que al estar televisivamente restringida, me he encontrado extrañamente emocionada ante la nueva temporada de OT.... No me las voy a dar de intelectual ni nada por el estilo, así que mejor empiezo por reconocer que vi la primera edición, y que mi favorito, objetivamente, era Bisbal. Voy a reconocer también que he visto American Idol y The x-factor, y que soy una gran fan de Simon Conwell (ya le gustaría a Risto Mejide....burdo imitador del inglés). Pero durante años volví a desconectar, o como mucho conectaba para la final. Este año prometían una edición más rockanrolera y dejar de lado los "ritmos latinos", así que, a falta de nada más interesante un domingo por la noche, vi la primera gala....

Sí, los chicos estaban nerviosos. Sí, Pilar Rubio estaba nerviosa. Todo el mundo estaba nervioso...¿Y qué? La gala fue un repertorio de niños desafinando, poco metidos en papel y hasta un poco desganados. BUFFFFF. Vi una versión tan descafeinada de " Here I go again" de Whitesnake que casi hubiese preferido que el único melenudo de la versión rockanrolera de OT se hubiese quedado afónico por obra y gracia del espíritu santo. Vi a un chico que se hacía llamar a sí mismo "crooner" cantando la versión de "Cry me a river" de Michael Bublé como si tuvise un palo de billar atascado en alguna parte de su cuerpo que lo impedía moverse. Y ví a una chica ciega destrozando alguna canción melódica de alguna cantante del sur de cuyo nombre no soy capaz de acordarme.

Pero vi alguna cosa buena. Vi a una chica cantando Bobby Mcgee, cosa que nunca pensé que verían mis ojos en un programa como este. Y lo hacía bien, por cierto. Y vi a nuestro favorito, y no sólo por ser gallego, sino porque tiene una personalidad arrolladora con la que hace propio cada tema que canta. Ramil.

Casi tenía alguna esperanza....Y he ahí mi error catódico....

Esto al final es casi como los Oscars. No se va a premiar el talento de alguien, sino cualquier otra cosa que nos guste de ellos, o que nos produzca sentimientos como la pena, la lástima, etc. ¿Quién se lleva un Oscar? Pocas veces se premia una interpretación, sino que se suele premiar un papel. Es decir, si interpretas a algún tipo de persona con alguna minusvalía física o psíquica tienes muchas más posibilidades de que te lleves la estatuilla. ¿Por qué? Porque el personaje logra darte pena, lloras, etc. Veamos unos ejemplo: Daniel Day Lewis interpretaba a un minusválido en "Mi Pie izquierdo", Tom Hanks era un disminuido psíquico en "Forrest Gump" y un enfermo de sida en "Philadelphia", etc etc etc.

Y OT funciona un poco así. Unos ganan por ser guapos, otros por ser raros, pero casi nunca tienen unas características que como artistas los hagan destacar muy por encima de los demás. De hecho, los que han salido de OT que han sacado sus carreras adelante no son los que ganaron las ediciones. Pensé que esta edición podría ser distinta, pero tras una de las actuaciones más desastrosas que he visto/oido en mi vida la audiencia decidió salvar a la chica ciega....¿Por qué? ummmmmmm. Y va a llegar lejos. ¿Por qué? Porque tiene una gran actitud con respecto a la vida; porque no se rinde y persigue su sueño....ummmmmm.

Y yo me pregunto, ¿es justo para los demás artistas? ¿y para los que se quedan atrás?

Lo dicho, error mío......debería haber abierto un libro

lunes, 3 de enero de 2011

Comienzo el año preguntándome

Resulta que el día 1 de enero no estoy para nadie, ni para nada. Y aunque el día 2 es algo mejor, y me siento algo más devuelta a la Tierra, sigo sin conectar demasiado con el Mundo. Hoy, día 3, me he levantado todavía algo confusa, y sin saber muy bien dónde estaba durmiendo, y me he unido al mundo de los vivos. Mis rutinas son simples. Me levanto, me ducho, me visto, ... hasta ahí todo sigue igual. Pero resulta que me gusta levantarme y desayunar mientras me informo de lo que ha pasado en el mundo mientras dormía. No madrugo demasiado, así que a las 9 de la mañana, no tengo muchas opciones...Y mucho menos ahora que Telecinco ha absorbido al grupo Prisa. Antes aún podía disfrutar de los desayunos con CNN+, pero desde que Telecinco ha considerado que informarse no es vital, sino que es mucho más necesario un canal 24h de Gran Hermano, mi mejor opción matinal es AR. Y por si no fuese poco, esta mañana también decidieron cubrir Gran Hermano en el programa de AR...
Desinformada en cuanto a lo que el mundo se refiere, pero super puesta al día de los avatares de la relación de Rubén y Chari, me fui al trabajo. ¡Menos mal que todavía me queda Internet! Me conecté, como de costumbre, con la edición online de El Pais, y allí, junto a las locuras de Álvarez Cascos, como si de un Quijote moderno se tratase, me encuentro con que la 2ª noticia más leída del día, después de la reforma de la ley anti-tabaco, dice: "un nuevo triunfo para Belén Esteban". No podía salir de mi asombro. Tuve que volver a leer el titular un par de veces. Bien. Resulta que Belén Esteban fue portada de El Pais Semanal ayer. Por lo visto, además, le dedicaron un reportaje de 12 páginas en su interior. El Pais ha recibido un aluvión de quejas, cartas al director, y al defensor del lector.
Sin poder librarme de mi estupor leí el artículo, y lo cierto es que entendí a ambas partes. Entiendo a los lectores que se indignan porque se le dedique tanta atención a un personaje que está muy lejos de aportar nada a nadie. ¿Qué tiene de especial esta mujer? ¿Qué ha hecho para merecer tanta atención? Los hay que apuntan a la "fusión" de Prisa con Telecinco para esta promoción en el periódico con más tirada, y supuestamente más serio de este país. Pero también entiendo al director de dicho periódico cuando dice que, le pese a quién le pese, es noticia. No se la alaba, y por lo que he leido, se hace más crítica que todo lo contrario. Son fenómenos que, aunque degradantes para nuestra sociedad, son noticias. Y de todos modos, es degradante para mí, y para una minoría, pero la inmensa mayoría de este pais se sienta todas las tardes a ver Sálvame Diario, el viernes Sálvame Deluxe, el sábado La Noria, y el domingo Gran Hermano el debate. Y en todos ellos Belén es la heroina, la que dice siempre su verdad, lo que el resto de la gente por vergüenza o educación se calla. Y es que hay una tendencia muy extendida a creer que si no dices siempre lo que piensas eres un mentiroso o un hipócrita. No cabe en la mente de una gran mayoría que hay cosas que por vergüenza y educación no se dicen. Por eso Belén Esteban es "la princesa del pueblo". Y me pregunto, ¿a quién se le habrá ocurrido compararla de esta manera con Lady Di?¿Qué pueden tener en común?
Así que, por mucho que nos pese, Belén Esteban es noticia. ¿Por qué? Porque sale en chándal a la calle cuando todo el mundo sabe que gana una cantidad indecente de dinero; porque compra en el Merkamueble; porque la engaña su marido, y luego él se la gana de nuevo...¿Quién sabe?
Lo bueno de todo esto es que pretendo apagar la televisión mucho antes de lo que lo hago. Hay muchos casos de degeneración neuronal en mi familia y no quiero contribuir a acelerar ningún proceso.